En tu startup valoración de patentes: Un proceso multidimensional para determinar el valor real
Al igual que con los diamantes las patentes deben ser evaluadas minuciosamente para establecer su valor real. Este proceso involucra tres etapas clave: la evaluación técnica el análisis de mercado y la valoración financiera.
En tu startup, la valoración de las patentes es un desafío complejo que requiere un análisis experto de múltiples dimensiones. Al igual que con los diamantes, las patentes deben ser evaluadas minuciosamente para establecer su valor real. Este proceso involucra tres etapas clave: la evaluación técnica, el análisis de mercado y la valoración financiera.
La evaluación técnica – para determinar la solidez de la invención
El primer paso crucial es evaluar el mérito técnico de la patente. Esto implica una búsqueda exhaustiva del estado de la técnica para verificar la novedad y la singularidad de la invención. Cualquier similitud con las patentes previas puede socavar la originalidad.
Además, se debe examinar meticulosamente la documentación para asegurar que los expertos en el campo puedan replicar la invención. Las soluciones más elegantes e innovadoras que impulsen las futuras capacidades suelen tener una ventaja en esta etapa.
El análisis de mercado – para explorar el potencial comercial
Una vez establecida la solidez técnica, el foco se desplaza hacia la aplicabilidad práctica en el mundo real. Aquí, se analiza el tamaño del mercado y la demanda potencial de los usuarios que se vuelven los protagonistas.
Los analistas deben determinar cuánto están dispuestos a pagar los clientes por las características patentadas. Así como comparar la invención con las alternativas existentes, lo cual ayuda a contextualizar su valor agregado.
Además, la compatibilidad con los sistemas actuales que puede influir en las decisiones de la adopción. En este punto, es crucial que los fundadores sean realistas al proyectar la penetración del mercado para evitar las expectativas infladas.
La valoración financiera – para sintetizar las perspectivas
Llegar a un valor de patente defendible requiere una evaluación metódica que combine las perspectivas técnicas, las comerciales y las legales. Los expertos utilizan diferentes enfoques, como el análisis de los costos de desarrollo (enfoque de costo), la comparación con las patentes similares (enfoque de mercado) y la proyección de los ingresos futuros (enfoque de ingresos).
Por ejemplo, consideremos una patente de software utilizando el enfoque de ingresos. Supongamos que se estima un mercado potencial de $100 millones, con una tasa de penetración del 10% en 5 años.
Si la patente permite una ventaja competitiva que resulta en un 5% adicional de la participación de mercado, esto se traduce en los ingresos incrementales de $5 millones. Aplicando una tasa de regalías del 5%, la patente generaría $250,000 anuales en los ingresos por las licencias. Descontando estos flujos a una tasa del 20% y considerando una vida útil de 10 años, el valor presente de la patente sería de aproximadamente de unos $1.1 millones.
Luego, se ponderan los factores adicionales como el potencial del crecimiento, los riesgos y la percepción del mercado. El resultado es un rango de valoración sólido, con unos escenarios optimistas y pesimistas. Por ello, un monitoreo continuo permite ajustar el valor según los cambios en el entorno macroeconómico, el industrial y el tecnológico.
En conclusión, valorar una patente es un arte y una ciencia que requiere una visión integral. Aunque es un proceso complejo, es fundamental para poder proteger y potenciar la propiedad intelectual. Además, de mantener una perspectiva panorámica, al combinar los análisis técnicos, de mercado y los financieros, es clave para iluminar el verdadero valor de estos activos pendientes de la realización.
En un mundo donde la innovación marca la diferencia, dominar el arte de la valoración de las patentes se vuelve un factor crucial de éxito a largo plazo. Tanto el pensamiento analítico como el creativo, son necesarios para nutrir las patentes hasta alcanzar su máximo potencial.
ING. Francisco Lino Ramírez Arteaga.