La columna de Alexis López
La campaña para intentar minimizar la extraordinaria organización y el impacto nacional e internacional que obtuvo la Expo Valencia 2022 no dio para nada resultados a los negativos, ya que únicamente contó con el eco sordo de los enfermos sociales y disociados psicóticos que compartían babosamente en sus redes sociales y por WhatsApp las imágenes y los videos de un hecho aislado que nada tuvo que ver con el espíritu de lo que realmente ocurrió en el evento comercial más importante del centro del país. La inmensa mayoría de los valencianos y de quienes visitaron nuestra ciudad desde el interior del país, se mostraron satisfechos por todo lo vivido y compartido durante todos esos tres días de feria, cultura, historia y diversión, lo cual sin duda significó un importante espaldarazo popular al alcalde de Valencia Julio Fuenmayor, cuya imagen pública se encuentra más fortalecida luego de los infructuosos intentos del sadismo y la negatividad por intentar opacar lo majestuoso y lo impecable de toda la actividad. Como dice Oscar D´León: ¡Sabrosooooo!
Ante la ausencia de ideas, planes y propuestas de gobierno creíbles y digeribles para el electorado, la oposición venezolana ha optado otra vez por auto agredirse en los eventos y reuniones que organizan para intentar desesperadamente posicionar sus tristes y cada vez más decadentes precandidaturas presidenciales. No existe en este momento, y es poco probable que pueda existir en el futuro cercano, una candidatura opositora que llene las expectativas de aquellos sectores que adversan radicalmente al presidente Nicolás Maduro, por lo que, simular situaciones de agresión y violencia para luego culpar a los chavistas de ello, es una estrategia que, si bien es cierto la gente normal no se la cree, puede dar resultados en algunos sectores de esos que asumen como cierto todo lo que leen en las redes sociales y comparten todo lo que les llega en contra del gobierno de manera rápida y automática, sin averiguación ni confirmación alguna.
Esta estrategia, por supuesto, no es para nada novedosa, al contrario, siempre es utilizada por la oposición en diversos escenarios donde se hace necesario llamar la atención de alguna manera para buscar polarizar, sobre todo en épocas de campaña, con quien o quienes en ese momento tienen el mayor apoyo popular y las mayores posibilidades de lograr la victoria en una contienda electoral. Lo hicieron muchas veces durante las campañas electorales donde participaba Hugo Chávez como candidato y también en fechas cercanas a elecciones regionales y municipales, pero siempre obteniendo la derrota como resultado.
El récord de autoagresiones para llamar la atención lo tiene María Corina Machado, quien siempre extrañamente resulta agredida cada vez que se aproxima un proceso electoral. Ni Rocky Balboa ha recibido tanta paliza como supuestamente ha recibido María Corina, quien cada vez que hace sus montajes sale declarando a la prensa con yeso y collarín incluido, denunciando “las agresiones de grupos chavistas” o las arremetidas contra su integridad por parte de “sujetos armados por el gobierno”.
Una de las auto agresiones más épicas de la Machado, que seguro muchos deben recordar todavía, fue aquella del 2011 donde previamente avisó a su madre que se quedara tranquila cuando viera una noticia de que le habían lanzado unos tiros en la parroquia 23 de enero de Caracas. En esa oportunidad María Corina le comentó a su mamá que ella estaba bien, solo esperaba que llegaran los medios para declarar y listo, a lo que la señora, visiblemente indignada le contestó que cómo pueden inventar esas cosas. María Corina, seca, inmutable, solo le respondió “Chao. Quédate tranquila”. Toda esa tramoya, donde también declaró en rueda de prensa a los medios privados que uno de sus seguidores había resultado herido, quedó al descubierto al filtrarse en las redes la conversación telefónica que sostuvo con su mamá.
Digo una de las más épicas porque mira que han sido muchas las fantasías animadas inventadas por la señora Machado, como la de Upata en 2018 por ejemplo, donde “colectivos chavistas” presuntamente la golpearon en la cara y le rompieron la nariz, pero solo salió declarando con la camisa ensuciada, no sucia, y un pañuelo en la cara sin mostrar evidencias de los supuestos golpes. Como extraña coincidencia el para ese entonces embajador de Estados Unidos en Venezuela James Story, casi de manera instantánea, declaró que estaba “profundamente consternado” por el “ataque” a María Corina Machado, condenando de esa manera tan “abominable hecho…”
Pudiera seguir enumerando otros tantos casos más de las autoagresiones maricorinistas, pero eso haría mucho más larga mi columna y la idea no es aburrirlos redundando en este personaje nefasto que tanto odio y desprecio expresa cuando se dirige en publico y que no es capaz siquiera de dibujar alguna vez en su vida una sonrisa sincera en su cara, mucho menos sentir empatía por los más necesitados. Por cierto, es bueno recordarles a todos esos precandidatos de la oposición que se están copiando del formato del María Corina que pueden verse afectados por los derechos de autor y que cuando llamen a sus mamás para ponerlas en auto de las cosas que van inventar para buscar rating díganle que no pueden expresar por teléfono que no están de acuerdo con sus acciones.
Juan Guaidó sigue liderando la tabla de los políticos venezolanos más impopulares del país, alcanzando un nivel de rechazo sin precedentes en la historia de Venezuela. Lo mas triste para él es que se encuentra atrapado en un “interinato” del cual no puede deslindarse por voluntad propia debido a la gran cantidad de intereses, nacionales e internacionales, que este arropa y la infinita red de corrupción que el mismo viene arrastrando consigo desde que lo hicieron decidir autoproclamarse presidente encargado de Venezuela. Un reciente estudio de una conocida encuestadora lo ubica como el hombre mas rechazado por los venezolanos con un insuperable 83% de opinión desfavorable, seguido de Julio Borges con 81%, Henry ramos Allup (80%), Leopoldo López (79%), Henrique Capriles (77%) y Manuel Rosales con un muy alto todavía 64% de opinión desfavorable, es decir, sin ningún tipo de chance para competir.
Comenzó la fiesta del mundial y confieso que el tema político en relación al futbol no me importa en absoluto. Independientemente de donde venga, a los fanáticos del futbol, dentro de los cuales me incluyo, no nos importan para nada los debates políticos en torno a un torneo histórico que tiene la particularidad de paralizar al mundo y que, aunque Venezuela no esté participando en el torneo, nos mueve igualmente las fibras de la emoción y nos hace reunirnos cada día con nuestros amigos y familiares a compartir la emoción de los partidos y a gritar gol con todas nuestras fuerzas cada vez que anota el equipo de un país al que le tenemos afecto o cuando logra la victoria. El futbol nos une a todos, y allí no hay opiniones políticas que valgan. Argentina será el nuevo campeón mundial, por cierto.
Nos llega lo absurdo de la desaparición física de Hebe Bonafini, fundadora de la Asociación de la madre de la Plaza Mayo, a quien tuve la oportunidad de conocer en el año 2009 durante el velorio de la negra Mercedes Sosa en la sede del Congreso argentino. Para Hebe, ni un solo minuto de silencio, toda una vida de combate. Paz a su alma.
Hasta aquí por ahora, como dijo un amigo mío un 4 de febrero de 1992. Nos leemos el próximo lunes. Cualquier cosa por aquí: aralopri@gmail.com.