septiembre 14, 2024

La columna de Alexis López

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En tal sentido, añadió que si se hace una encuesta hoy y se miden todos los candidatos postulados en las primarias opositoras ninguno pasa del 2,3 o 4% de apoyo.

A manera de introducción, antes de entrar en materia y debido a ciertas «observaciones» que me han venido haciendo algunos lectores, quiero hacer referencia a ese interesante debate que se viene dando en el mundo entero sobre la utilización del lenguaje de género, del cual me declaro defensor, pero es importante, en función de la defensa de nuestra lengua, aclarar algunos aspectos. Hay que recordar que el participio activo del verbo ser es la palabra ente, y cuando se trata de designar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega la terminación ente. Por lo tanto, lo correcto es decir o escribir presidentes, no presidentas; estudiantes, no estudiantas; pacientes, no pacientas; militantes, no militantas; oyentes, no oyentas, independientemente del género que ocupe. No hay ideología en la gramática y no se puede pretender hacer gala de una destrozando a la otra. No podemos pretender sorprender a los demás adoptando la costumbre de hacer de las inexistentes distinciones de género una especie de bandera de igualdad que en nada nos iguala. La mención explícita del femenino solo se justifica cuando la oposición de sexos es realmente relevante en el contexto. 

El diputado a la Asamblea Nacional Rubén Limas, secretario general de Acción Democrática en el estado Carabobo, sorprende con un profundo desconocimiento de la realidad política y social de la parroquia Miguel Peña al intentar revivir y tomar como propia una propuesta que los parroquianos tienen más de 30 años rechazando: separarla del municipio Valencia. Y es que desde que el tristemente recordado ex concejal de Valencia por el partido COPEI Carlos Marín, (quien por cierto salió del cargo por la puerta trasera con uno de los más altos niveles de rechazo que representante popular alguno haya podido tener en la historia de nuestra ciudad), hizo por primera vez la propuesta en el año 1993, de inmediato surgieron voces y diferentes movimientos de protesta que impidieron la misma se concretara por la claridad de sus ciudadanos en el desastre político y económico que esa iniciativa trae consigo para los habitantes de esa populosa parroquia.

Quienes conocemos a Rubén sabemos que es un hombre inteligente, por eso en estas primeras de cambio quiero dejar abierto el beneficio de la duda, asumiendo que tal vez esas juramentaciones de comités pro autonomía de la parroquia Miguel Peña que viene realizando en algunos sectores las hace engañado por esa misma falsa dirigencia que, agrupados en una especie de movimiento de “cosiata parroquial”, viene predicando desde hace más de 30 años la separación de Miguel Peña de Valencia con el argumento de que ésta pueda “administrar sus propios recursos”.

La pregunta obligada es la misma que hice semanas atrás en esta columna con ocasión de la celebración de su 51° aniversario: ¿El “municipio” Miguel Peña estaría en la capacidad de mantener un alcalde, un concejo municipal y toda la carga burocrática municipal que esto implica y resolver los problemas de servicios públicos a las más de 800 mil personas y 300 comunidades que habitan allí sin tener parque industrial y sin centros comerciales de envergadura? ¿Podrá mantenerse únicamente con el situado? Convencidos muchos estamos que la “independencia” de la parroquia Miguel Peña solo busca separar a los pobres de los ricos, abandonarlos a su antojo y quitarles el poder de decidir electoralmente sobre importantes recursos económicos que generan otras parroquias para dejarle así el “lomito” a sectores políticos de derecha en detrimento de los más necesitados.

“Pa la leche que da la vaca” es la frase con que algunos dirigentes del Voluntad Popular paralelo se burlaban en días pasados de la actriz venezolana Fabiola Colmenares, residenciada por cierto desde hace muchos años en estado Unidos, quien denunció la semana pasada a Leopoldo López por haber sido excluida del equipo de dirección política de lo que ella llama “su partido”. La conocida actriz dijo sentirse “excluida y traicionada” del partido y también denunció que internamente no se practican los principios democráticos del mismo. Hasta en algunos estados de WhatsApp los naranjas colocaban “puntas” sobre la actriz por haber afirmada públicamente sentirse traicionada por Voluntad Popular ya que según fue fundadora de ese partido y parte de la dirección política en sus inicios, por lo que no entiende cómo es que acaban de cambiar las autoridades y ni siquiera la convocaron.  De igual modo, cuestionó que el denominado G4, que agrupa a los partidos Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo quieran hablar en nombre de sus organizaciones por toda la oposición. “Esta gente agarró el coroto y ahora no lo quieren soltar,esa es la razón por la que los venezolanos están desconectados de ellos” expresó.

El dirigente del partido Unión y Progreso (UP) Pedro Pablo Fernández, aseguró en una entrevista que le realizaron el pasado viernes en el programa “Argumentos” que conduce la periodista Rosa Colmenares en Globovisión, que ninguno de los candidatos que hasta ahora se han auto postulado para las elecciones primarias de la oposición cuenta con el apoyo de los venezolanos. “¿Unas primarias para elegir qué? Si en las encuestas ninguno de los 30 aspirantes a medirse en esas primarias pasa del 5%” fueron textualmente sus aseveraciones. En tal sentido, añadió que si se hace una encuesta hoy y se miden todos los candidatos postulados en las primarias opositoras ninguno pasa del 2,3 o 4% de apoyo, lo cual coincide con una encuesta realizada recientemente por Hinterlaces. Fernández, quien además es director del Instituto Internacional de Formación Demócrata Cristiana (IFEDEC) apuntó en el conocido programa que cada uno de los postulados está bajo su interés particular y no del lado de la gente, de manera que se están promoviendo candidaturas que reflejan intereses particulares y no de un interés nacional”.

Que todo el mundo tiene derecho a trabajar es cierto, pero tus derechos terminan donde comienzan los derechos de los demás. No puede ser por ejemplo que los llamados cuidacarros se hayan adueñado de todos los espacios públicos del país sin que ninguna autoridad municipal, regional o nacional tome cartas en el asunto. En los centros de todos los municipios de Venezuela, por ejemplo, zonas naturales de alto potencial económico, donde se mueve el 70% del comercio de una ciudad, los cuidacarros colocan cajas, conos, pipotes, entre otros “enseres” para marcar su territorio, adueñándose totalmente de las calles y cobrando colaboraciones obligatorias a quienes se ven en la necesidad de parquear su vehículo en la zona marcada como de su “privacidad” para realizar alguna compra o diligencia. A veces ni se ven por ninguna parte, pero basta encender tu vehículo para arrancar después de hacer tus diligencias para que aparezcan de la nada de manera desafiante frente a ti para exigir su pago.

Por supuesto no todo el que trabaja de cuidacarros es malo o delincuente. Pienso que la gran mayoría de las personas que ejercen esa actividad son gente de bien que ven en ese oficio una manera de llevar el sustento a sus hogares, pero al no existir una regulación o un control de la misma caen en el desorden y la anarquía, lo que ha generado un profundo malestar general. Los concejos municipales deberían legislar en esta materia que, si bien es cierto es ilegal, es una realidad que existe en las ciudades, y plantearse un instrumento que establezca entre los requisitos obligatorios para ejercer la actividad de cuidacarros un registro, uso de chaleco o uniforme y constancia de buena conducta expedida por las autoridades competentes. Además de esto se deben implementar talleres de formación y penalidades cuando existan situaciones de maltrato al usuario. Esto sin duda, a mi modo de ver, ayudaría muchísimo a eliminar el estrés ciudadano dentro de nuestras junglas de cemento.

Hasta la próxima.

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