Por qué saludar? Porque se trata de un acto de cortesía y de educación
«Buenos días», «buenas tardes», «buenas noches». Y, hasta el contacto corporal, en un abrazo, se le ve como una expresión de saludo o un apretón de manos, y el beso
Por qué saludar? Nos detenemos a analizar el saludo, al que algunas personas no responden. Aunque se trata de un acto de cortesía, pero sobre todo de educación. El saludo se puede hacer a través de un gesto. Se trata de una palabra o cualquier acto comunicacional entre dos o más personas, de manera cortés y amable. Aunque también, es una manera de relacionarse con los demás.
Un saludo informal es la interjección verbal «hola», así como el uso de otras frases formales, como: «buenos días», «buenas tardes», «buenas noches». Y, hasta el contacto corporal, en un abrazo, se le ve como una expresión de saludo o un apretón de manos, y el beso.
Aunque forma parte de las normas de convivencia básica sorprende la indiferencia, que en muchas ocasiones se percibe, por la falta de respuesta. Es importante hacerlo de manera correcta y cortés, de acuerdo al lugar y a las circunstancias. Se Se trata de un hábito que se forma desde niños, que se puede mejorar a diario como una habilidad para el desarrollo de los individuos en la sociedad.
Formas de saludos
Existe una gran variedad de formas de saludo en diferentes partes del mundo, de acuerdo al lugar, la cultura y las tradiciones. ¿Cuál prefieres? En América se acostumbra a dar un beso en la mejilla.
En España, lo común es que un hombre salude a otro hombre con un apretón de manos y a una mujer dándole dos besos, uno en cada mejilla. En cambio, las mujeres suelen saludar a los hombres y a las mujeres con dos besos
El saludo es un gesto de la vida cotidiana y profesional. Una señal de respeto y de consideración hacia los demás, y la oportunidad para agradar a nuestros allegados y conocidos. Debemos esforzarnos por saludar de manera correcta de acuerdo al lugar ya las circunstancias en las que nos encontramos. ¿Verás que es posible?
Con detalles de blog.donquijote.org
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