El paredón de los olvidados: Covid recrudece crisis por VIH | Reportaje especial

La pandemia cobró más vidas que la guerra contra el narcotráfico en México. Y no solo la de COVID: las muertes por enfermedades relacionadas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) duplican al conteo de asesinatos durante la “guerra” declarada por el expresidente panista Felipe Calderón Hinojosa.
47 mil 500 personas fueron asesinadas durante los seis años del conflicto armado iniciado por Calderón. En contraste, desde 1990 hasta 2020 se han acumulado 134 mil 686 muertes por enfermedades relacionadas con el VIH/SIDA, según el registro del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud (SSa). Dos crisis temporalmente diferentes y simultáneamente mortales.
La COVID-19 solo provocó que esa otra pandemia, ya ignorada, permaneciera en la oscuridad y que, por lo tanto, la calidad de vida de las personas que viven con VIH en México fuera en detrimento. Esto porque su atención médica se vio limitada en los hospitales del sector público de todo el país durante el transcurso de la pandemia por COVID-19.
Según los datos disponibles en los Cubos Dinámicos de la Secretaría de Salud (SSa) analizados por Serendipia y PODER, en 2020 hubo una disminución del 39 por ciento en el número de pruebas de tamizaje (es decir, de diagnóstico del virus) en comparación con 2019. Así, mientras en ese año se realizaron 1.5 millones de pruebas de VIH, durante 2020 sólo se llevaron a cabo 970 mil.
Además, colectivos y redes de personas con VIH evidencian una falta de estudios de laboratorio y citas médicas para las personas ya diagnosticadas con el virus. “Desafortunadamente, con la pandemia, si no tenías COVID entonces no eras prioridad” afirma David, una persona que vive con VIH, en entrevista con Serendipia y PODER. “El sistema de salud se vio rebasado. Ya había deficiencias en la atención para personas con VIH, pero con la pandemia se potencializaron y, por tanto, se evidenciaron más”.
También se reportaron denuncias por falta de medicamentos antirretrovirales. De acuerdo con información del proyectoCero Desabasto, entre 2019 y 2022 México reportó 453 denuncias por falta de antirretrovirales para personas con el virus. Tan sólo en su Informe 2020, el VIH fue el cuarto padecimiento con más personas afectadas por la falta de medicamentos durante ese año.
Para Carlos García, coordinador de Comunicación y Diseño de La Casa de la Sal (asociación civil que brinda apoyo integral a infancias y personas adultas mayores con el virus), el VIH en México es una pandemia poco reconocida cuya realidad se agravó durante la contingencia sanitaria. “Con la pandemia todos se olvidaron de las personas con VIH porque lo único que existía entonces era la COVID-19”, declara.
En México, el VIH es una pandemia invisibilizada y olvidada.
Las muertes que nos rondan, en todo el país
De acuerdo con los datos sobre mortalidad del INEGI analizados por Serendipia y PODER, Quintana Roo fue la entidad con mayor
tasa de mortalidad por enfermedades relacionadas con el VIH durante 2020. Esto con 10.9 defunciones por cada 100 mil habitantes.
En segundo y tercer lugar se encuentran Colima y Baja California con 9.2 y 7.6 muertes por cada 100 mil habitantes. Tlaxcala se ubica al otro extremo con la menor tasa de mortalidad durante 2020: 0.4 defunciones por cada 100 mil habitantes.

Para Roberto Guzmán, director de la Red Posithiva de Quintana Roo, durante 2020 la tasa de mortalidad por enfermedades relacionadas al VIH en su entidad se debió al abandono de los tratamientos. Esto dijo en entrevista:
– Los empleados regresaron a sus municipios con la pandemia debido a la falta de turismo, pues los hoteles y centros de atracción cerraron. El problema es que no existe un sistema regional que dé seguimiento a todos esos casos. Tampoco se han logrado entender los distintos contextos. No es lo mismo el VIH en la zona sur fronteriza de Quintana Roo que en Playa del Carmen, donde el VIH es muy dinámico por toda la gente que llega, entra y se va.
Según datos del INEGI, sólo tres entidades reportaron un exceso de mortalidad por enfermedades relacionadas al VIH durante 2020. En primer lugar se encuentra Baja California Sur, que superó en 11.8 por ciento las expectativas de muertes por el virus.
Le sigue Quintana Roo, un estado que alcanzó 11.5 por ciento más defunciones por enfermedades relacionadas con el VIH de las esperadas en ese año. Finalmente, Colima registró 9.2 por ciento más fallecimientos de los proyectados para la entidad.
Existe un exceso de mortalidad cuando la cifra real de muertes supera la expectativa de las autoridades sanitarias durante un periodo específico. Este exceso se calcula a partir del “número de defunciones ocurridas menos el número de defunciones esperadas” en un lapso de tiempo, de acuerdo con el Boletín Estadístico sobre el Exceso de Mortalidad en México de la Secretaría de Salud.
Otros dos estados que reportan tasas de mortalidad altas por enfermedades relacionadas con el VIH son Veracruz y Jalisco con 6.7 y 4 defunciones respectivamente por cada 100 mil habitantes durante 2020. En realidad, Veracruz es una entidad que históricamente ha reportado altas tasas de mortalidad por el virus. Por ejemplo, entre 2012 y 2015 la tasa de muertes por enfermedades relacionadas con el VIH en esta entidad se mantuvo arriba de 8 por cada 100 mil habitantes.
Actualmente existe un consenso entre académicos y Organizaciones de la Sociedad Civil para relacionar e identificar el fenómeno de la mortalidad por VIH, y su concentración histórica en ciertas regiones del país, con el problema de la trata de personas para fines de esclavitud sexual